jueves, 19 de marzo de 2009

LAS OLAS Y EL VIENTO

¿Qué pasó exactamente el sábado 14 de Marzo en Ferrowhite, museo taller, cuando se inauguró La Rambla de Arrieta? Pasaron muchas cosas: viento, vestuario, bandas, castillo, acrobacia en el, Pedro Fontana Reyes, más bandas, telescopio, souvenir, sucundúm, antorchas, 2000 personas... Como para darse una mínima idea de lo que fue el evento, les dejo este video de Nicolás Testoni:



(como siempre, la más completa información en Museo Taller)

8 comentarios:

ana porrúa dijo...

esto se ve realmente muy bien. ese mar! alto video. besos a todos

Eva dijo...

qué buena fiesta! qué buen video! qué linda estaba ana! yo me lo perdí por estar en otra playa...
besos

Consuelo dijo...

Excelente idea de recuperar la Rambla de Arrieta.
Me pareció excesivo dos bandas de rock. Hubiese preferido música de la época que Arrieta pergeñó la Rambla.O sea, más ambientación de época.Por ejemplo algo así como "Los marineros de manila" o "Los amados"... Extrañé mucho textos e imágenes impresas!!
Creo que el frío atentó contra las propuestas y las modificó, ya que una noche de verano apacible los tiempos son diferentes a una noche de frío ventolino.La espera se convertía en algo complicado.
Me gustó la imagen del balcón, y la presentación.
Las antorchas brillaron por su ausencia!!¿Qué pasó?
Los tiburones magníficos. Los vestuarios muy buenos, pero me parece faltó guiar al público para que se ubique. Tal vez hagan falta personas, actores caracterizados, que se ocupen de estos problegómenos.Que le vayan dando "liga", que vayan "amuchando" a la gente que vagaba un tanto dispersa y sin saber lo que venía.
Además me parece que cada personaje presentado tendría que haber desarrollado una historia, y se podrían haber entreverado con los muchachotes que se iban a bañar...Generar una breve dramática, tal vez con bailarines que interactuaran.
Bueno, ustedes dirán que soy una criticona... Es verdad, me gusta analizar a fondo lo que sucedió y ver los aspectos que a mi juicio pueden mejorarse, sin invalidar que fue maravilloso estar allí y disfrutar de la puesta.
Felicito a todos y todas!!!Y ojalá tengamos muchas más propuestas similares!!

Ricardo de Armas dijo...

Es una lástima no haber podido ir. Tuve concierto con la Sinfónica en el Municipal. Recibí buenos comentarios de "La Rambla..."
Sobre todo me parecio una propuesta muy creativa. ¿No van a repetir, antes que se venga el frio?

Natalia Martirena dijo...

quizás porque vengo del palo de lo escénico creo que poner bailarines y poner textos no es la solución dado que la cuestión no está en agregar sino en dar materia a lo que hay. Los vestuarios comunican por si mismos y mucho.

Marcelo Díaz dijo...

Gracias Ana, gracias Eva.
Ricardo, ya vino el frío!
Consuelo, gracias por el análisis pormenorizado. Ayer en una evaluación de la Noche, coincidimos en que tres bandas fue mucho. Con el antecedente de diciembre, que la noche nos quedó "corta", pensamos en estar preparados para prolongar más el evento (de hecho terminó bastante tarde), aunque el día, el frío, y el viento, conspiraron. De todos modos, respecto a la "ambientación", te cuento que como política museográfica no trabajamos con ambientaciones de época, sino todo lo contrario, con el cruce de épocas, con el presente. No nos interesa fijar la Rambla en el 34, nos interesa la Rambla en el 2009: quién la camina, qué usos admite (más allá, obviamente, de la noche de inauguración), qué tienen para decir y hacer en la Rambla los vecinos cercanos: White, Saladero y Bulevar. Una cosa es la perspectiva histórica (que el museo trabaja a partir de la investigación y de un hacer invisible, no espectacular, en el día a día) y otra la nostalgia. La nostalgia en general te cuelga del pasado, y te inmoviliza.
En relación a la espera y a la "guía", no sé, mientras las bandas se preparaban, hubo gente que visitó el museo, la maqueta de Héctor Guerreiro, miró Saturno con el telescopio, o se sentó a charlar, o caminó por el parque. Es cierto que tocó una noche ingrata, pero el uso del lugar y la caminata forman parte de la propuesta. Tampoco en este caso, como museo, nos interesa un espectáculo que sea un bombardeo tras otro de cosas ¿en qué momento vas a recorrer, encontrarte con alguien, comentar lo que viste? Algo semejante sucede respecto a guiar o amuchar, suena un poco a hacer rebaño ¿no?
En relación a los vestuarios, la propuesta fue esa, mostrar los vestuarios. Desarrollar una dramaturgia al respecto es otra cosa. Digo, con esos vestuarios uno podría plantearse "hagamos una ópera" o "hagamos una serie de videos". Creo que eso lo genera la potencia que tienen los vestuarios, que permiten imaginar muchas situaciones, pero no somos un grupo de producción teatral, somos un museo que trabaja con lenguajes artísticos de manera acotada, en relación con la historia, y como ya decía, con el presente. Para la presentación de la Rambla, eso funcionó muy bien. Aparte, si con cada actividad desarrollamos una dramaturgia (con lo que presentó 36 veces por ejemplo), terminamos a las cinco de la mañana!
También creo que las producciones (visuales, musicales, sinestésicas) tiene su peso específico, no hace falta agregarles textos o imágenes impresas (y te lo dice la persona que hace la mayoría de los textos del museo) Imaginate un libro de poesía, y que el autor adelante o atrás de cada poema te diga qué intentó hacer o cómo fue el proceso de escritura, o que los chicos de Suena antes de cada tema dediquen cinco minutos a explicar qué van a tocar, o que Miguel Angel, colgado del Castillo diga con un altoparlante "ahora voy a representar la finitud del ser humano" y salga dando vueltas por la pared. Un plomo. Y te lo digo porque yo, los primeros años de estar en Ferrowhite, quería llenar todo de texto, explicar todo, desarrollar todo. Básicamente por falta de confianza en el que viene al museo ¿a ver si no entiende lo que tiene que entender?
Con toda esta perorata no pretendo decir que no hay cosas a mejorar, hay montones, sobretodo porque pensamos en una cantidad de público y nos superó ampliamente generando esos amontonamientos o colas, o problemas para ver, a los que les estamos buscando respuesta. Sí me interesa aclarar que hay cosas que nosotros no las consideramos errores, sino que tienen que ver con la propuesta que el museo viene desarrollando hace unos años. Somos un museo mestizo: trabajamos con varios lenguajes, registros y soportes, de varias maneras, y en varios tiempos. Y con muchas actividades que frente a lo espectacular son invisibles, como el inventario del patrimonio, el trabajo de entrevistas, las visitas escolares, etc. Y a varios niveles relacionales: una cosa es la categoría difusa y más bien pasiva de "público", y otra la de los ferroviarios y portuarios que colaboran con el museo o se suman a sus propuestas, o quienes participan en talleres, como los chicos de Loma Paraguaya o los de la Escuela 21, o los amigos cercanos, como Iván y César, que viajaron en zorra a Mendoza en un proyecto del que Ferrowhite formó parte. El sábado, metidos todos en el rótulo de "público", hubo un poco de todo. Precisamente, porque valoramos positivamente y queremos mantener esa condición mestiza, nuestros modos de encarar este tipo de eventos no siguen necesariamente al pie de la letra la lógica del espectáculo artístico.

Anónimo dijo...

Yo fuí con mi novia y la pasamos bárbaro, nos gustó justamente esa onda mas bien relajada que tenía casi todo, estar tirados en el césped, por ejemplo, en un lugar tan raro, tan potente. Un genio el locutor que saludaba desde el balcón como un Perón en chiquito.

Anónimo dijo...

Una verdadera fiesta.
Buenísimo, todo.
Un abrazo Chelo!