jueves, 3 de septiembre de 2009

PREVIEW

Adelanto fragmento de un poema que estoy escribiendo. Es apenas borrador, así que con clemencia. El título tentativo de todo el texto sería algo así como Poema para ser leído con máscara de luchador mexicano, aunque no se. Por lo pronto, el comienzo:


I – La era del Karaoke

Los cactus han brotado en el verano, uniformes e instantáneos. Se los ve

desde el bar Oro Preto, en el declive de una tarde bochornosa.

Se oye hablar de palmeras, y de playas donde el agua es de un celeste cristalino

y de cardúmenes que se abren como estallidos multicolores,

se oye el hielo derretirse en unos vasos de cuello largo,

y motores que regulan en el semáforo de la avenida

y los primeros acordes del tema musical de Titanic.

Están en un extremo de la peatonal Drago, frente al bar Oro Preto,

están entre los cactus, bajo el cartel azul y verde que dice MOVISTAR,

delante de un mundo iluminado por celulares y sonrisas ploteadas en el vidrio.

¡DUPLICATE! ¡RECARGAME! ¡SOMOS MÁS! Pero ellos no son parte

de la campaña de MOVISTAR, tampoco lo son los cactus,

aunque una mujer le dice a otra: mirá qué lindos

los cactus que puso MOVISTAR. Pero los cactus, verdes, instantáneos,

uniformes y estampados sobre una gruesa lona vinílica, no forman parte

de la campaña publicitaria de MOVISTAR, están ahí

para simbolizar el desierto

aún presente en la ciudad, están ahí

para recordarnos que el desierto

sigue ahí, bajo el cemento. Aunque es cierto

que son lindos y que los artistas

se inclinaron por la misma tonalidad de verde que los creativos de la transnacional. Ahora,

desde una mesa en la vereda del bar Oro Preto,

asistimos al hundimiento del Titanic, que este grupo

( dos sikus, dos parlantes, una quena,

un amplificador TONOMAC, una flauta de pan)

interpreta con entusiasmo andino entre cactus de lona vinílica,

ante un cardumen multicolor de celulares

que se recargan y se duplican en la pecera telefónica.

El Titanic, en la versión electro-kolla, más que hundirse, se disuelve

en trinos de quena y siku, y he aquí a los músicos,

sobrevivientes tenaces del naufragio de un continente, en los estertores

de la era del karaoke, con sus ropajes que juzgamos típicos, aunque no sepamos

típicos de qué, de pie y agradeciendo la llovizna

de aplausos que no bien

toca el desierto se evapora.


Y como broche de oro, fuera de poema, con la esperanza de contribuir a la confusión general, esta versión de El Humahuaqueño que me pasó Anita:




17 comentarios:

Ana Miravalles dijo...

¡CHAPEAU, Monsieur Lenoir!!!

Carla dijo...

Buenisimo!! Ya me sumo al ballet para cuando lo leas!!jeje
Lo podrias leer en el pozo/ poso q va quedar en el dique pronto!!

Anónimo dijo...

JJAAAAAA
he encontrado a esos muchachos por todo el país haciendo el mismo extraño you.. incluso, en la fiesta del 7 de Marzo en Patagones, fueron defendidos por el público enardecido ante un organizador que procuró desconectarles en amplificador por no estar incluidos en el programa... en una suerte de revancha histórica (¿típica?) su pantomima fue tomada como causa popular por el lapso de unos 15', que los muchachos aprovecharon para vender sus cd...
si tienen convenio con la empresa de celulares, no lo sé, pero cuán cerca tienen su gestión de marketing para hacer que cualquier elemento de una tradición pueda entrar... por la registradora...

lo de King Africa, ilumina.

Abrazote

Fran

Anónimo dijo...

Buenísimo Marcelo!! El video lo ví pero no tengo audio así que imaginate mi impresión...
No hace mucho ví a los muchachos en la peatonal y mientras pasaba entre el asombro de las señoras ocasionado por la destreza de estos artistas oí que un muchacho le decía a quien lo acompañaba "estan haciendo playback"...

Saludos.
Diego.

ana porrúa dijo...

El video más bizarro que vi en los últimos tiempos. El de los anteojos se parece un poco a Cucurto. No falta nada eh. Todos los trajes, varias gestualidades quemadas. Ohhhhhhhhh.

ana porrúa dijo...

Ahora el poema, vos los juntaste y yo los separo: me gusta mucho negro; si me lo imagino leído con máscara de luchador mexica (no pude sacarme eso de la cabeza) por momentos se quiebra la dicción, el tono, pero no puedo explicarte acá bien por qué, pero lo pondría en algunos versos "están/ ahí para recordarnos que el desierto/ sigue ahí". Esos que me encantan pero que cortan sin que termine de entender si el corte es a propósito. Repiro, en el fraseo, en el tono que se va armando desde el principio. Pero me gusta mucho. Los escucharemos en Rosario??????

Marcelo Díaz dijo...

Ana, algunos versos son largos, pero me los corta la caja del blog, a lo mejor es eso (y no le encuentro la vuelta para señalar que forman parte del verso de arriba) Algunos todavía no terminan de encontrar su lugar, estoy probando. Y algunos son a propósito, esos cortes más breves, para que rebote el "ahí", "desierto", y "cierto" y armen un contrapunto con el omnipresente MOVISTAR.
La idea es leerlo en Rosario, sí.Por ahora esta parte; si llego, capaz algo más.

Marcelo Díaz dijo...

Gracias, Ana.
Inés, andá preparando el ballet, y conseguite unos bidones de agua, por favor.
Fran y Diego, lo que me cuentan es más poema...
ah, Diego, si te causó impresión la imagen, no te quieras ni imaginar lo que es con música!

Blas dijo...

Marcelo:

Interesantísimo el blog. Un placer que en Bahía contemos con baluartes como vos. Por mi parte estoy estudiando en la UBA por lo que estoy alejado de mis pagos.

Quería socializar por aquí (quiza te interese y puedas brindar tu opinión) un hecho de suma importancia que ha ocurrido hace pocos días. Me refiero a la recepción de fondos la minera La Alumbrera por parte de la UBA.

Paso el link de una nota citada en mi blog. De paso, solicito permiso para linkear tu blog en el mio.

Saludos, perdón por el comentario fuera de tema.

Saludos, Blas

mosquitero.wordpress.com

Marcelo Díaz dijo...

Sí, Blas, sabía lo de la Alumbrera, y me parece super necesario que eso se sepa, que mientras el estado no financia a la educación como debiera se reciben aportes privados de empresas que contaminan (o hacen cosas peores) y silencian a la universidad con dinero. Voy a tu link ahora, y sí, dale, poné mi blog, gracias.
Abrazo

Bruno dijo...

los seudo-andinos con "ropajes que juzgamos tipicos aunque no sepamos tipicos de que" estan en plaza once tambien! los veo todos los dias al salir del tren , y tienen el mismo repertorio que en bahia!

Marina Yuszczuk dijo...

Vengo de sendos blogs de Eva y de Ana, paso por el tuyo, pienso: qué amigos que tengo! Nos conocimos y seguimos escribiendo, pasaron los años y yo veo que cambiar es una belleza.

Aguante!

martin dijo...

Estuve ese día en la peatonal, vi cactus, vi movistar, vi los sioux bolivarianos y su llanto de quena. Me consuela saber que la escena no se perdió y quedó pragmada en tu poema.
Como diría una canción de Rey Carmesí: Confusión será mi epitafio
saludos
Martín

Marcelo Díaz dijo...

Martín, creo que te voy a afanar "sioux bolivarianos" para la segunda parte del poema. Andaba buscando algo que diera cuenta de ese híbrido entre coya y piel roja que era este grupo, y sioux bolivariano es justo lo que necesito.
Abrazo

guido poloni dijo...

bueno para contribuir un poco mas.. tanto a la confucion de "anonimo", que cita haver visto este gurpo de "siux-bolibarianos" y a vos marcelo que nombras detalladamente los elementos que conforman la tecnis que pooseen , yo vi grupos de siux bolivarianos, vestidos de forma consecuente, y utilizando no solo todo el equipo al que haces referencia , sino también algo que no nombras y me resulta muy chocante en la composición visual. el "generador rojo" con el que alimentan los equipos eléctricos.
no lo podía creer, en un momento dude si lo que estaba en frente mio era el coliseo o el teatro municipal

Marcelo Díaz dijo...

Tenés razón, Guido, el generador rojo! Va para la parte que sigue.

Anónimo dijo...

Me gustó el poema (perdón lo escueto).

Los que tocan la canción de Titanic son Ecuatorianos y van por varios lugares del país.

Saludos.