jueves, 31 de diciembre de 2009

SE VA, SE VA, SE FUE

Bueno, ahí viene el 2010, año del bicentenario y etc, etc, etc. Mientras el conflicto en el puerto de Ingeniero White se tranquiliza sin solucionarse, y los pescadores por fin agarran unos mangos, y todos los estudios hechos por los confiables y afamados profesionales bahienses (no importa estudios de qué, si del agua o de trabajo) dan indefectiblemente bien y nos dejan con la tranquilidad de saber que si se trata del puerto y de las empresas del polo petroquímico nuestros abogados, economistas, bioquímicos, médicos y demás pondrán esmero en que siempre den bien, y nuestros comunicadores comunicarán que todo está bien y recontrabien y el resto está mal, mal, muy mal, por los siglos de los siglos, o al menos mientras sea rentable, ahora que el Obispo de Bahía Blanca reaccionó con una velocidad mayor a la del papado cuando perdonó a Galileo, y condenó la represión, pero igual reaccionó tarde, porque no detuvo la represión, aunque por lo menos reaccionó, no como el padre a cargo de la iglesia de White que abrió las puertas de par en par, y en vez de proteger a su rebaño, lo ofreció para la esquila, tal vez porque los sacerdotes están muy preocupados con cosas realmente graves, como que los homosexuales se casan y ponen en riesgo a la humanidad, y si bien su tarea es universal, el padre al que se encomiendan las almas whitenses dijo "yo, argentino" y miró para otro lado, y agregó: "mi iglesia es de puertas abiertas" y entró la policía a los tiros y a las patadas, en la casa de Dios, y a patadas sacó a los locatarios espirituales de la casa de Dios mientras el locador se ve que estaba en otra, en una de esas evaluando el daño moral, porque seamos francos ¿qué importancia pueden tener un par de cabezas machacadas, unos huesos fuera de lugar, unas familias con hambre, frente al enorme daño moral que padecen el puerto y las empresas tras quince días de inactividad forzada? Ahora las dudosas aguas whitenses se aquietaron un poco, y en el balance ponemos que los pescadores agarraron unos mangos como para tirar un tiempo, que la prensa amiga del puerto aprovechó para señalar irregularidades en el reparto, que aparecieron algunos que hace tiempo no pescaban ni manifestaban ni pusieron la cara en el reclamo, pero la pusieron en cámara para decir que a ellos no les dieron nada y eso que ellos se habían portado bien y nunca en su vida hicieron un piquete, y claro, dicen los pescadores, es por eso, la plata es para los que pusieron el cuerpo, y en los kioskos de la plaza Rivadavia sobreviven unas postales medio descoloridas con lanchitas pesqueras que los bahienses antes regalaban orgullosos, aunque ahora comprenden que las lanchas pesqueras son de Ingeniero White, no de Bahía Blanca, que es otra cosa, porque acá, hay que decirlo, si se hacen piquetes, los organiza la Sociedad Rural, y son piquetes paquetes, de gente como uno, que come carne, pescado que coman en Japón, donde a esta hora ya llegó el 2010, porque es un país avanzado, mientras por este lado del mundo se va el 2009, corrido con gas mostaza y balas de goma.

lunes, 21 de diciembre de 2009

OH, SORPRESA!

Como uno tiene hijos, llegan las fiestas y piensa en regalos, o más precisamente, piensa en comprar regalos, aceptando con resignación que ya hace más de tres décadas que uno se despidió de Papá Noel primero, de los Reyes después y por último de recibir regalos.
Sin embargo este fue un año en el que llovieron libros de regalo, libros entregados en mano o enviados por los propios autores. El último en llegar, como mensajero prenavideño fue Mudanza, de Lucas Soares (Paradiso, Buenos Aires, 2009), una serie de poemas breves e hipnóticos que arman una suerte de constelación narrativa. Leí el libro de un tirón, y lo volví a leer tras unos días, y ahora, mientras elijo qué poemas subir, vuelvo a leerlo:

una mueca desconocida
en esa foto de cumpleaños
todavía era rubio, la precoz
sensación de que ya había
que reinventarse

.......

en las caritas perfectas
y tristes
que dibujabas
en las distintas agendas
que había al lado
de los distintos teléfonos
que tuvimos
en los distintos departamentos
sonando ahora
al mismo tiempo
en las distintas habitaciones
sin que nadie los atienda

.......

un clavo para colgar
otro cuadro en la pared
todo lo que va a pasar pienso
antes de que vuelva a descolgarlo
al mudarme los clavos
siempre se me tuercen
al golpearlos por primera vez
otro cuadro
mal colgado de la infancia

.......

justo cuando empezábamos
a ser felices nos mudábamos
y lo primero que hacías
antes de desembalar los canastos
era enchufar el equipo y elegir
una canción para estrenar
el departamento


Unas semanas antes habían llegado desde Galicia:Secesión (Ed. Galaxia, Vigo, 2009) y la bellísima antología Un Ganges de palabras (Puerta del Mar, Málaga, 2003), de Chus Pato, que contiene este verso: nacer, se nace siempre en tierra extraña. y poemas así:

Tengo por lengua nativa el fascismo
la imposibilidad del fascismo para decir los nombres de lo real.

Perturbación

Origen.

(de Fascínio)

Para Sabela R. Oxea

En mi sueño no soy mocita de abril
no soy princesa de Aquitania
no sé patinar
non tengo laúd
no soy Santa Gúdula
no soy Ilduara Eriz.

Nadie caza en el bosque el jabalí
nadie se adornará la frente con la gema del faisán.

En mi escritura soy astronauta en una noche de verano
(astronauta en circuito simulado)
de mi costado brotan algas
de mi escafandra un millar de gorriones.

No soy ave
ni estela que cruza el río,
etc...

(de Heloísa)

Hay más libros, más poemas. Ampliaremos en próximas ediciones.
Ah, el cuadro es La cena, de César Montangie, ubicado sobre mi sillón rojo de leer.

viernes, 18 de diciembre de 2009

EN CADA CUADRA UN COMITÉ

Un poema de mi amigo Cristián Gómez O. que pesqué en Facebook y que comparto acá. Suerte de collage de frases y consignas vistas u oídas, jerga sacada del congelador de la historia para que friccione.
La foto de Matanzas, Cuba, es de Damaris Punares Alpizar.

EN CADA CUADRA UN COMITÉ

(y en cada barrio revolución)

Los jatiboniquenses haciendo revolución
con las ideas de Fidel y la conducción de
Raúl. Che: tu ejemplo permanece, tus ideales

no morirán. Lo que aquí se recauda es para
el pueblo. Volverán. Revolución es sentido

del momento histórico. Es modestia, desinterés,
altruismo, solidaridad y heroísmo. Hasta la
victoria. Bloqueo significa menos

escuelas. Ciego de Ávila: polo de
desarrollo agrícola, científico y
revolucionario. El gobierno

norteamericano ampara el
terrorismo y a Posada
Carriles. Este pueblo jamás

será sometido. Comandante
en Jefe: ordene.

Cristián Gómez Olivares

sábado, 12 de diciembre de 2009

LA FELICIDAD ES UNA PISTOLA CALIENTE


¿Cómo se lee un poema? ¿es lo mismo leer que recitar? ¿cuándo entramos en el terreno de la performance, o como se dice desde hace unos años: la perfo-poesía? ¿es lo mismo lectura, perfo-poesía, spoken word? El espectro es amplísimo, poco explorado en Argentina, o en fase de exploración. Acotemos dejando de lado a los actores, quienes (al menos en las lecturas más tradicionales) se ven en la necesidad imperiosa de "interpretar" los poemas, enfatizando lo que ya de por sí en el poema viene con énfasis y volviendo en general insoportable la escucha. Excepción brillante de Los Melli, que a fines de los 80 solían hacer unas lecturas alucinantes de, por ejemplo, Perlongher. Quedémonos con los poetas leyendo su propia poesía. Hasta donde se (y puede que sepa poco al respecto) la única persona que en el país ha encarado un abordaje crítico de la palabra puesta en voz es Ana Porrúa (el artículo linkeado es sólo uno de un trabajo más amplio).

Como el asunto me interesa, como últimamente he dado con tipos que hacen de la lectura una experiencia fascinante, volveré sobre el asunto. Hoy, para empezar, va este poema del mexicanísimo José Eugenio Sánchez, en video arriba, en texto abajo, como para aprendérselo y hacer coros en algunas partes.


la felicidad es una pistola caliente


la eta mató a estudiantes guardias choferes enfermeras ministros

el ira a señoras que iban al súper

idi amin a congresistas campesinos jardineros obreros militares jockeys

pederastas sacerdotes

augusto mató las relaciones diplomáticas

nn mató a kennedy

la cia mató a jimi hendrix al wilson jesucristo karen carpenter

janis joplin john lennon beavis & butthead

el fbi a ma baker vincent vega

tommy larrin al capone felix pappalardi

la kgb a maïakovski trotsky y bukowski

la bbc mató a lady di

y a la madre teresa de calcuta

y a 1551 pasajeros del titanic

y a 17 tribunas de la liga premier

la kraft mató a la heinz

la pepsi a la coca

la coca a los gringos

el ddt a los piojos

el lsd a los protestantes

el pvc al poliestireno

al quaeda a sí mismos

el kkk a malcom x bob marley martin luther king garrincha y otelo

jp ii mató a jp i

aburto a colosio

yolanda a selena

camelia a emilo

fuenteovejuna al comendador

el aburrimiento a syd vicius

o jota simpson no mató a nadie

la policía mató indígenas en chiapas

el manchester con gol de último minuto mató las esperanzas del bayern

la emi mató a the beatles

la us army mató a miles de agresivos ancianos y niños

de korea japón vietnam nicaragua panamá irak yugoslavia

y a 140 de un edificio en oklahoma

el video mató a la estrella de radio

el pri mató 1 972 545 kilómetros cuadrados

la pgr mató dos pájaros de un tiro

la sep mató la ortografía

william burroughs a su esposa


:la vida es un invento del dinero


josé eugenio sánchez


martes, 8 de diciembre de 2009

DÍPTICO PARA SER LEÍDO CON MÁSCARA DE LUCHADOR MEXICANO


En su momento subí el link a Eterna Cadencia, de donde viene este video que filmó Patricio Zunini en la maratón de poesía del Festival de Rosario. Me pidieron que lo suba directamente acá, si era posible con los textos. Como los deseos de los seguidores de este blog se acatan inmediatamente, helos aquí, video y poemas:

Díptico para ser leído con máscara de luchador mexicano

I – La Era del Karaoke

Los cactus han brotado en el verano, uniformes e instantáneos. Se los ve
desde el bar Oro Preto, en el declive de una tarde bochornosa.
Se oye hablar de palmeras, y de playas donde el agua es de un celeste cristalino,
y de cardúmenes que se abren como estallidos multicolores,
se oye el hielo derretirse en vasos de cuello largo,
y motores que regulan en el semáforo de la avenida
y los primeros acordes del tema musical de Titanic.
Están en un extremo de la peatonal Drago, frente al bar Oro Preto,
están entre los cactus, bajo el cartel azul y verde que dice MOVISTAR,
delante de un mundo iluminado por celulares y sonrisas ploteadas en el vidrio.
¡DUPLICATE! ¡RECARGAME! ¡SOMOS MÁS! Pero ellos no son parte
de la campaña de MOVISTAR, tampoco lo son los cactus,
aunque una mujer le dice a otra: mirá qué lindos
los cactus que puso MOVISTAR. Pero los cactus, verdes, instantáneos,
uniformes y estampados sobre una gruesa lona vinílica, no forman parte
de la campaña publicitaria de MOVISTAR, están ahí
para simbolizar el desierto
aún presente en la ciudad, están ahí
para recordarnos que el desierto
sigue ahí, bajo el cemento. Aunque es cierto
que son lindos y que los artistas
se inclinaron por la misma tonalidad de verde que los creativos de la transnacional. Ahora,
desde una mesa en la vereda del bar Oro Preto,
asistimos al hundimiento del Titanic, que este grupo
(dos sikus, dos parlantes, una quena,
un amplificador TONOMAC, una flauta de pan)
interpreta con entusiasmo andino entre cactus de lona vinílica,
ante un cardumen multicolor de celulares
que se recargan y se duplican en la pecera telefónica.
El Titanic, en la versión electro-kolla, más que hundirse, se disuelve
en trinos de quena y siku, y he aquí a los músicos,
sobrevivientes tenaces del naufragio de un continente, en los estertores
de la era del karaoke, con sus ropajes que juzgamos típicos, aunque no sepamos
típicos de qué, de pie y agradeciendo la llovizna
de aplausos que no bien
toca el desierto se evapora.

II – Señas de identidad

Para el taxista que mira en diagonal el conjunto
desde su parada en Avenida Colón
son bolivianos, pero están
disfrazados de otra cosa; para el cafetero que atraviesa la peatonal
con su carrito de metal lleno de termos
son paraguayos que se hacen los bolivianos, y además
hacen playback; para el cajero del bar Oro Preto
son todos de Fuerte Apache, si bien concede
que la versión de Chiquitita
es lo mejor de un repertorio
marcadamente multicultural, y a él, en particular, le gusta;
para el guardia de seguridad privada de MOVISTAR
son un objeto a desalojar, tarde o temprano, cuando le den la orden;
para las administrativas de la Universidad Nacional del Sur
que se hacen un minuto y toman un café, las plumas del vestuario son
de papagayos amazónicos, y sus colores: ¡hermosos!;
para el productor agropecuario que en su camioneta exhibe
ESTAMOS CON EL CAMPO, como quien dice “estoy conmigo”,
en un ejercicio de solidaridad identitaria
difícil de superar, son bolivianos que se cansaron
de juntar cebolla en Mayor Buratovich y ahora se dedican
al arte musical; para el Presidente de la Nación Nicolás Avellaneda
el problema es el desierto; para el joven abogado Estanislao Zeballos
se trata de quitarles el caballo y la lanza
y obligarlos a cultivar la tierra con el Rémington al pecho, diariamente;
para el Ministro de Guerra Julio Argentino Roca 1 Rémington se carga
15 indios a la carrera, el resto es hacer cuentas,
y embolsar; para el periodista que se arrima
con espíritu etnográfico y pregunta:
¿de dónde son? la respuesta es: vamos
a Monte Hermoso, después a San Antonio,
hacemos la costa, y tenemos
una oferta imperdible: The best of siku, volumen cinco, que contiene
La casa del sol naciente, Imagine, Hotel California, Cuando los ángeles lloran,
y la versión de Chiquitita que acabamos de escuchar,
a sólo quince pesos,
por ser usted.

jueves, 3 de diciembre de 2009

REPITA CONMIGO

Una de las actividades del Festival de Poesía de Rosario fue una visita a la cárcel. Allí, poetas y reclusos se leyeron y se escucharon. Allí, Alan Mills leyó este poema:

Repita conmigo

El indio no es el que mira usted

en el catálogo de turismo,
cargando bultos
o llevándole comida a la mesa.

Tampoco el que ve desde la ventanilla

y pide monedas haciendo malabares,

ni el que habla una lengua muy otra

y resiste fríos nocturnos.

No, el indio está adentro,

y a veces se le sale, acéptelo,

aunque lo entierre en apellidos,

aunque lo socave bien

y niegue su manchita de infancia,

ahí está, acéptelo.

Y si aparece esa agua rancia,

voraz, el aguardiente que inflama,

ya verá que se le sale,
el indio empuja con su fuerza de siglos,

emerge ardoroso y se le sale,

con lo guardado,

con lo que dura doliendo.
No, no es otro,
el indio soy yo,
a ver, repita conmigo.

Alan Mills (Guatemala, 1979)
foto de Giselle Marino