lunes, 21 de junio de 2010

HABITAR E IMAGINAR


Estuve leyendo la semana pasada una serie de textos de David Harvey, y el martes subí a este blog un fragmento de El derecho a la ciudad; releo en estos días un libro de Néstor García Canclini, Imaginarios urbanos. Publicado en 1999, es un libro que en parte ha quedado viejo,  porque su objeto es un conjunto de ciudades latinoamericanas atravesadas por las políticas privatizadoras, la pérdida del espacio público y el discurso neoliberal, y en parte nos sigue interpelando, en la medida  que las consecuencias de esas políticas no desaparecen de un día para el otro, y mucho menos  os portavoces de su ideario.
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La ola de privatización, dice Harvey, fue el mantra de un neoliberalismo que no sólo impuso políticas destructivas, sino que se constituyó, durante la larga década del 90, como el único relato posible del mundo. No sólo privatizó el Estado para dejarlo en pocas manos, sino que también dejó en pocas manos la posibilidad de decir algo sobre ese orden de cosas. El camino lleno de obstáculos que transita la Ley de Medios Audiovisuales  en Argentina no es más que la manifestación de que cambiar ese orden implica tocar intereses concretos, y centrales.
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En una de las primeras entradas de este blog, hace ya dos años, cité un texto de Giorgio Agamben. Me resulta revelador leerlo ahora, en el marco del debate por la ley de medios, cuando afirma que se ha quitado la palabra a la ciudadanía, y se han expropiado sus capacidades expresivas. En este marco pienso la importancia de crear espacios donde las palabras lenta y fatigosamente se recuperen, para habitar e imaginar, para preguntarse quién pone en relato o en imágenes lo que significa precisamente habitar esa ciudad, que no ha cambiado de un día para el otro, que conserva en su espacio los restos o ruinas de esas políticas. Va entonces un fragmento de García Canclini:

Ante todo, debemos pensar en la ciudad a la vez como lugar para habitar y para ser imaginado. Las ciudades se construyen con casas y parques, calles, autopistas y señales de tránsito. Pero las ciudades se configuran también con imágenes. Pueden ser las de los planos que las inventan y las ordenan. Pero también imaginan el sentido de la vida urbana las novelas, canciones y películas, los relatos de la prensa, la radio y televisión. La ciudad se vuelve densa al cargarse con fantasías heterogéneas. La urbe programada para funcionar, diseñada en cuadrícula, se desborda y se multiplica en ficciones individuales y colectivas.

Néstor García Canclini, Imaginarios urbanos, Eudeba, Buenos Aires, 1999.

nota: en la foto, Caver Fernando Ares, embajador itinerante, en la época en que ejerció como Cónsul de Villa Mitre en Nueva York.

2 comentarios:

Isabel Gómez dijo...

En estos tiempos de crisis parece que todo está dominado por la derecha y los que antes eran socialistas o de izquierdas parecen inclinarse más hacia la derecha que nunca. La ciudadanía siempre tiene mucho que perder en estas situaciones. Es una lástima que cuando las cosas no van bien se busquen soluciones en las personas de clase media restringiendo libertades y prestaciones sociales pero cuando las cosas han ido bien, nadie parecía acordarse de nosotros para repartir la riqueza.

Saludos!

Isabel Gómez.

Marcelo Díaz dijo...

Es llamativo lo que decís, pero es cierto: en momentos de crisis muchos políticos y medios proponen como solución las recetas que llevaron a la crisis, y son muchos los ciudadanos que adhieren con fervor. Por eso es importante abrir el juego a otras voces y fortalecer el estado. Sinó, como siempre, los que salen fortalecidos de las crisis son los que las provocan.