lunes, 30 de enero de 2012

BOMBO



Eduardo Espósito me hizo acordar de este poema viejísimo: julio del 91, Villa Mitre salía campeón después de 47 años y esperábamos a Marina, que está por cumplir 20. Los festejos fueron una cosa de locos. Yo, que me crié en la villa, jamás la había visto así, y entre el embarazo, y que todo el mundo se abrazaba, y un montón de viejos lloraban que parecía que hubiera terminado la guerra o algo así, yo tenía una alegría inmensa. Entonces escribí esto, que al tiempo publiqué en un matefleto (unas hojitas con poemas que hacíamos los mateístas, y repartíamos por la calle), y ahí quedó. Me gustó reencontrarme con este texto (esta es una versión posterior, con algún que otro leve retoque), así que lo comparto:

Mentira, Amor, no somos
los mejores del mundo. 

Qué importa, si
la gente baila
y bailamos los dos
y todos bailan, todos
estamos bailando.
Amor, la calle
se llenó de papelitos, música, banderas;
por la plaza pasa la embarazadita,
el bombo suena suena suena.


 (y henos aquí)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿quién es "Amor"? Podría ser el tratamiento que recibe un hipotético transeúnte a quien enfadan los excesos del festejo. O podría ser la hija, en los inicios de la educación del padre-poeta, hija futura a quien el padre comienza a explicar la verdad y el valor de la dicha colectiva. O el valor que encierra lo extraordinario.
Hay dos movimientos, porque imagino que la joven embarazada camnina lentamente (en el supuesto que no pueda bailar por su estado); por ende en un primer movimiento del poema hay una turbulencia, el baile que primero son algunos y son dos y son todos. Y un segundo movimiento en la joven embarazada (o "embarazadita" para que la querramos un poco más) que contrasta (o tal vez pueda bailar también, no sé. Habría que escribir otro en que se comenta si bailó o no bailó) y el "bombo" aquí es el otro bombo que suena. Y entonces aquí está el paso en que el lector se conmueve. Antes todavía no. Sólo al llegar a ese verso. Porque la felicidad-baile no es sólo externa. Está en el vientre.Que también baila, pero lo hace con ternura, eso está dado por la repetición: suena, suena, suena. No sería ternura si se dice "suena" una sola vez. El repetirlo hace que nos quedemos un rato en la panza. Es algo que pudo haber ocurrido, es posible que se transmita esa agitación al interior del cuerpo. Pudo haber ocurrido que el poeta deja de bailar (y así es como termina el texto)después de haberle comentado a un hipotético transeúte que qué importa que no somos los mejores. Y,en un último gesto, reposa su mano en el vientre de la joven embarazada.

Anónimo dijo...

Otra posibilidad es que "Amor" sea la esposa del escritor. En tal caso el poema es la reproducción de un diálogo entre el poeta y su esposa. Lo es hasta la línea 9 incluída.
En la línea 10 el poeta mira desde lejos (y en otro momento del festejo). Puede hacerlo. Justamente es lo que hacen los poetas. Ve a su esposa embarazada atravesando la plaza.
Por último en la línea 11 el poeta ya está junto a su esposa -hay un salto espacio temporal- y posa su mano en el vientre de ella.
Es entonces cuando descubre que la felicidad se ha extendido al interior y llega hasta su futura hija. Y decide trasladar la experiencia en materia poética.
El encuentro entre el poeta y el vientre pudo haber ocurrido antes o después del diálogo. Me inclino por después. Eso explicaría la decisión.

Marcelo Díaz dijo...

Gracias, Marta, como siempre. Qué buena esa parte en que decís "no sé".

Anónimo dijo...

De su mensaje... debería dar mayor importancia a "Gracias"?
Es eso lo que debo considerar que prevalece?

o prevalece y debo dar importancia a:
"Marta, como siempre"
o a:
"qué buena esa parte en que decís "no sé"?

Martín dijo...

A mí lo que me parece es que Villa Mitre tiene los colores de la bandera de Irak, qué quieren que les diga.
Igual los felicito che.
La felicidad es la felicidad.

Pablo dijo...

Me encantó.
Mucha ternura, realmente, y mucha potencia vital.

Luis Chaves dijo...

un abrazo de gol desde la época lluviosa