domingo, 22 de febrero de 2009

STAY FREE

La guitarra es enérgica y traza, pese a la distorsión, una melodía tarareable. Combina el ataque directo del punk clásico con cierta gracia pop. Es una canción apta para el salto y el baile (sin llegar al pogo), y a la vez levemente melancólica. Tiene que ver, supongo, con los tonos menores que modulan la progresión de la armonía.

Entra la voz de Mick Jones para contar una historia con pocas palabras. Algo bien simple: no hay imágenes impactantes como en London calling, ni versos furiosos como en Career Oportunities, no tiene la ironía de Know your rights, ni busca la confrontación como los Pistols con su Dios salve a la Reina y a su régimen fascista. Es una historia con palabras corrientes que se despliega clara y directa. Trobar leu.

El ataque del verso es punzante, con sílaba inicial acentuada, punto en el que la voz sube para después discurrir como si bajara una loma, no en línea recta sino más bien trazando curvas amplias, llevada por el bordado melódico que dibuja el bajo de Simonon, en una trayectoria sin aristas.

El tema es del 78. Por ese entonces el punk se movía en la débil e imprecisa brecha que se abre entre la adolescencia y la juventud. Los Clash superaban con poco los veinte años, yo apenas tenía doce y obviamente no los conocía.

La canción es inusual porque va del pasado al presente, y el presente es el único terreno en el que se mueve el punk, autoproclamado sin futuro, desconectado de las generaciones anteriores, a las que rechaza, y con historias personales cortas (todos son muy jóvenes y esperan morir jóvenes también).

Pero en Stay free hay pasado, se filtra como humedad por esa brecha temporal y tiñe con una melancolía leve la canción. Es una canción ambigua, en parte amarga, en parte festiva, con algo de realismo resignado. Una suerte de carpe diem modesto para el mundo neoliberal, conservador y policíaco que impulsaban Reagan., Tatcher, y sus subordinados latinoamericanos de la Escuela de las Américas. Digamos, en Stay free no hay Sid Vicius, no hay Kurt Cobain, no hay vidas que se consumen para fogonear el mito y el mercado. En Stay free hay un respiro para sobrevivientes.



¿Qué cuenta la canción? Un par de amigos de la adolescencia, compañeros de salidas y fumatas en la escuela. Uno de ellos descarrila, se pelea con el tipo equivocado, va a parar a la cárcel de Brixton. Pasan los años. El que está libre lo recuerda, el que está preso finalmente sale. Sin embargo no se encuentran, uno entiende que ya no son amigos, que los une simplemente el hecho de haberlo sido, aunque esa unión distante se supone fuerte. La canción conjuga verbos en segunda persona, de modo que quien canta le habla a su amigo, recién salido de la cárcel, y le dice algo así como si tomás algo esta noche acordáte de mí (pausa) y tené cuidado (pausa) mantenete libre. Antes de decir stay free, la canción se detiene, queda suspendida en un borde, y el stay free sale casi susurrado: es un consejo, y es también un deseo. (Recuerdo ahora una entrevista en la que Boom Boom Kid decía: Escuchar a los Clash es como escuchar los consejos de alguien que te quiere mucho.)


El final es así: momento metronómico in crescendo, con bajo, batería y guitarras que acumulan tensión; se espera un acorde que resuelva, pero lo que se ofrece no es más que un organito tenue que instala una variación melódica, hasta que finalmente, sí, se desata un solo de guitarra.

Durante años, y sin darme cuenta, contuve la respiración en ese final, como si mis pulmones fueran un instrumento más, aunque inaudible, y exhalar, una suerte de bajo continuo sobre el que desplegaba el solo Mick Jones.


Les dejo también la versión de Fun People, más acelerada, con la letra en una traducción muy libre, a la Argentina, y a la vez muy cerca del original.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sos vos el de la foto del encabezamiento? ¡Qué divino! ¡Y con todo ese pelo!

Marcelo Díaz dijo...

Soy yo, en efecto, tocando Humo sobre el agua en el patio de mi abuelo. Alive in Villa Mitre.

Natalia Martirena dijo...

no veo la hora de leerte en un libro que sea la suma de todas las entradas! todo un picnic de literatura universal y con Stay Free me lo confirmaste,

Anónimo dijo...

Chelo Díaz, agente oficial de difusión y aproximación sensitiva a The Clash. Labor que con tesón cumple -y convence!- desde años ya.

Completamente de acuerdo con Nati, este blog tiene que imaginarse un futuro en edición compilada, comunitaria y cómplice.

Abrazo
Fran

Marcelo Díaz dijo...

Gracias... totales. Es un fragmento de Blaia, acomodado para blog. No se si libro, porque los videos son importantes, pero...
Respecto, Fran, a mi poder de persuasión: el post me hizo perder dos seguidores!!! El punkevangelismo no tiene futuro (como corresponde)

Bruno dijo...

hace pocos dias pasaron ese tema en un especial de la historia del punk en el canal Vh1..
mi letra favorita igual es la de washington bullets, aunque con esa no queda nada para aclarar en un blog ja!
un abrazo grande!

Ricardo de Armas dijo...

Siempre me gusto The Clash. Sustentaban es posición de nihilismo, anarquia y "no future" con una lírica cargada de crítica social y denuncia al orden establecido, sobre todo por los imperios. A diferencia de "Sex Pistols" que estaban más interesados en el descontrol por el descontrol mismo y en la "estética punk" (no olvidemos que Mac Laren era un empresario de la moda que impuso los cortes de pelo, las camperas de cuero y la ropa de combate)
En el diseño sonoro que hice para tu obra Blaia, use, sabiendo que era tu canción preferida, alguna cita a "Stay Free"

Marcelo Díaz dijo...

Bruno, Washington bullets es un temón, raro para el mundo del rock, incluso porque si lo cantás hoy podés cambiar algunos países y parece escrito esta mañana. Yo tuve fascinación con Sandinista! creo que es el disco que menos punk suena de toda la movida punk, y como es el más libre es a la vez el más punk.
Ricardo, comparto, Mc Laren impuso el punk como moda, aunque no dudo que los Pistols se lo tomaron en serio, se quedaron sin un mango mientras él se llenaba de plata.
Blaia va, de a poco pero va, ya haremos esa instalación con mis textos y tu música (que también tiene unas notas de Guns of Brixton que caen muy bien)